lunes, 1 de agosto de 2016

¿Qué broker elijo?

Como comprar acciones

 

 

No hay un broker que sea el mejor para todo el mundo. El que un broker sea el mejor para un inversor concreto depende de muchos factores , como el número de operaciones que realice el inversor al año y su importe medio, los mercados en los que opere (España, Europa, USA, etc.), los productos que utilice (acciones, opciones y futuros, ETF's, etc.).
Para un inversor a largo plazo la elección del broker no es un tema vital . Incluso aunque elija el peor no será un gran problema. Cualquier banco o sociedad de valores conocida le servirá. Lógicamente, si elije un broker que se adapte bien a sus necesidades será mejor, y para ello deberá fijarse en 2 cosas, las comisiones y los servicios que le proporcionen.
En cuanto a las comisiones , para un inversor de largo plazo son más importantes las comsiones de mantenimiento y las de cobro de dividendos que las de compra/venta, ya que al tener una baja rotación de la cartera va a pagar muchas más veces las comisiones de mantenimiento y cobro de dividendos que las de compra/venta.
En cuanto a los servicios hay brokers que ofrecen análisis de empresas, gráficos, herramientas para seleccionar valores según distintos criterios, etc. Algunas pueden resultarle interesantes. No siempre el broker más barato es el mejor. Puede que alguno de estos servicios le compense pagar un poco más de comisiones.

¿Qué comisiones debo pagar para invertir en Bolsa?

Porque 99% de los inversores pierde dinero en bolsa

 

 

Invertir en Bolsa tiene un coste muy pequeño en comparación con otro tipo de inversiones como los inmuebles. Las comisiones que deberá pagar son:

Comisiones de compra/venta : Cada vez que compre o venda acciones deberá pagar, aproximadamente, entre un 0,20% y un 0,60% del importe de la operación, dependiendo del broker que utilice y del importe de la operación. Cuánto mayor sea el importe menor será el porcentaje que tenga que pagar como comisión. Realmente hay que pagar 2 comisiones, una al broker y otra a la Bolsa donde se negocian las acciones. La estimación del 0,20%-0,60% es la suma de estas 2 comisiones.

Comisiones de mantenimiento : Por tener las acciones depositadas el broker cobra una comisión. Es bastante más baja que las comisiones de compra/venta. Algunos brokers la cobran de forma trimestral y otros de forma semestral. Como orientación puede ser alrededor de 4-10 euros por valor al año, e incluso las hay bastante más baratas.

Comisión por cobro de dividendos : Cada vez que cobre un dividendo el broker le cobrará una comisión. El mínimo puede oscilar entre unos pocos céntimos y alrededor de 1 euro, dependiendo del broker.

Comisiones por ampliaciones de capital, splits, etc.: Si una empresa realiza alguna de estas operaciones el broker le cobrará una comisión. Tienen un importe bajo, similar a un cobro de dividendo.

Traspaso de las acciones de un broker a otro: Si traspasa las acciones de un broker a otro el broker antigüo le cobrará una comisión por la operación. Esta comisión es más cara que las anteriores, pudiendo estar alrededor de 30-35 euros por valor. En ocasiones el broker nuevo le entrega una cantidad similar a la comisión que le cobra el broker antigüo, pero esto depende de ofertas, su calidad como cliente, etc.

Siga la evolución de los beneficios y los dividendos

Un inversor de largo plazo debe prestar más atención a la evolución del beneficio por acción (BPA) y del dividendo que a la evolución de la cotización.
A largo plazo el camino de la cotización lo marcan el BPA y el dividendo, mientras que a corto y medio plazo influyen muchos otros factores en la cotización. En ocasiones la cotización de una empresa baja mientras sus beneficios suben. Podría suceder que la empresa esté sobrevalorada y se esté corrigiendo esa sobrevaloración, o podría deberse a muchos otros factores técnicos y de mercado.
En cualquier caso, a largo plazo, la cotización seguirá a los beneficios y los dividendos de la empresa.


¿Qué es el dividendo?

El dividendo es la parte del beneficio por acción (BPA) que la empresa entrega a sus accionistas. Si una empresa tiene un beneficio bruto por acción de 1 euro y el Impuesto de Sociedades está en el 30% el BPA es de 0,70 euros (1 – 0,30 = 0,70). Si la empresa reparte a sus accionistas el 50% del BPA como dividendo cada acción cobrará 0,35 euros (50% de 0,70). Ese porcentaje del BPA que la empresa reparte como dividendo es lo que se denomina pay-out. En este caso el pay-out es el 50%. Los 0,35 euros restantes que no se han utilizado ni para pagar el Impuesto de Sociedades ni para pagar el dividendo a los accionistas quedan dentro de la empresa, que los utilizará para realizar futuras inversiones, etc.
Hay una corriente de opinión que considera que las empresas no deberían pagar dividendos, ya que así tendrían más dinero para realizar nuevas inversiones y eso aumentaría más rápidamente los beneficios de las empresas y con ello el valor de las acciones. De esta forma los accionistas saldrían más beneficiados que si cobrasen dividendos.
No estoy de acuerdo con esta teoría por muchas razones, entre otras:
El hecho de tener que repartir dividendo, y de tener que aumentarlo un año detrás de otro, supone un estímulo muy fuerte para los directivos de las empresas. La teoría anterior no suele funcionar en la práctica, y los directivos de las empresas que no reparten dividendo suelen “dormirse en los laureles” a la hora de rentabilizar las nuevas inversiones. Invierten más dinero, pero normalmente lo que hacen es aumentar el tamaño de la empresa a costa de reducir la rentabilidad de la acción. La obligación de repartir dividendo hace que los directivos sólo conserven el dinero que saben cómo rentabilizar. Invertir por invertir no es bueno para el accionista, la empresa debe invertir buscando aumentar la rentabilidad de sus accionistas, no el tamaño de la empresa a costa de la rentabilidad de sus accionistas.

Los grandes escándalos contables, como el de la estadounidense Enron, se han dado en empresas que no repartían dividendos . Si no se reparten dividendos es mucho más fácil maquillar la contabilidad. Sin embargo, si una empresa dice que aumenta sus beneficios un X% y el dividendo que entrega a sus accionistas aumenta aproximadamente en esa misma cantidad un año detrás de otro su contabilidad es fiable.

La práctica demuestra que las empresas más rentables a largo plazo, como grupo, son las que más cuidan los dividendos. Hay excepciones, pero en conjunto las empresas que pagan buenos dividendos son más rentables que las no los pagan.

Los directivos de las empresas saben cómo invertir el dinero, pero los accionistas también. Es importante contar con flujo estable de dinero para realizar nuevas inversiones, destinarlo al consumo, etc.

¿Qué es el beneficio por acción (BPA)?

El beneficio por acción, o BPA, es la parte del beneficio neto total de la empresa que le corresponde a cada una de las acciones que componen su capital social. El beneficio neto es lo que queda del beneficio bruto después de pagar el Impuesto de Sociedades.
Para un inversor es más significativo conocer el BPA que el beneficio total de la empresa. En el fondo es lo mismo, pero el BPA se compara mucho más fácilmente con la cotización y es una cifra más manejable y clarificadora.
El PER se puede obtener dividiendo la cotización de la acción entre el BPA o también dividiendo la capitalización de la empresa entre el beneficio total de la empresa. Ambas operaciones dan el mismo resultado.
Algo que es importante saber es que hay varias formas de calcular el BPA, por lo que en ocasiones puede ver cifras distintas de BPA para una misma empresa en un mismo año. A veces es un error de los medios de comunicación que publican los BPA, pero otras la diferencia se debe a la fórmula que se ha utilizado para calcularlo. El beneficio total de la empresa es una cifra fija y única, por lo que no varía. La diferencia, de haberla, está en el número de acciones que se utilizan para calcular el BPA.
El número de acciones de una empresa puede aumentar por ampliaciones de capital o disminuir por reducciones de capital. Estas operaciones pueden producirse cualquier día del año, con lo que hay 2 formas de establecer el número de acciones para calcular el BPA:
Tomar el número de acciones existentes el 31 de Diciembre
Tomar la media de acciones ponderada durante el año
Por ejemplo si una empresa tiene un capital formado por 1.000 acciones y realiza una ampliación de capital de 100 acciones el 1 de Julio el número de acciones existente a 31 de Diciembre será de 1.100 acciones. Pero es cierto que el dinero que obtuvo en la ampliación de capital solamente lo ha tenido durante los últimos 6 meses del año, por lo que desde el 1 de Enero hasta el 30 de Junio ni existían esas 100 acciones ni la empresa disponía del dinero procedente de la ampliación de capital para poder rentabilizarlo. Debido a esto se calcula el número medio de acciones a lo largo del año, que en este caso serían 1.050 porque las 100 acciones de la ampliación sólo existieron durante medio año (100 / 2 = 50). Por lo tanto para una misma cifra de beneficio total de la empresa obtendríamos 2 BPA distintos según lo calculasemos con 1.100 acciones o con 1.050.
Los 2 criterios son válidos. Podríamos decir que utilizar el número de acciones a 31 de Diciembre es un criterio más prudente y utilizar el número medio de acciones a lo largo del año da una imagen más realista de la situación de la empresa. Las empresas utilizan de forma habitual el número medio de acciones al publicar sus BPA. Lo mejor es utilizar siempre el mismo criterio para poder comparar cifras más homogéneas.
En esta web puede seguir los resultados y los dividendos de las empresas de la Bolsa española.

¿Qué es una acción?

El capital social de las empresas está constituido por un número determinado de acciones. Este número de acciones puede aumentar si la empresa realiza ampliaciones de capital o reducirse si la empresa realiza amortizaciones de autocartera.
Todas las acciones que componen el capital de una empresa son exactamente iguales. A todas les corresponde la misma parte proporcional del beneficio y el mismo dividendo. La familia Botín, por ejemplo, controla el Banco Santander porque tiene muchas acciones del banco. Pero las acciones que tiene la familia Botín son exactamente iguales a las que cualquiera puede comprar en Bolsa y cobran exactamente el mismo dividendo por cada una de ellas.
Este hecho es más importante de lo que parece porque con los inmuebles, por ejemplo, sucede justo lo contrario; todos los inmuebles son distintos. Dentro de un mismo edificio no es lo mismo el 1ºA que el 1ºB porque pueden tener situaciones legales distintas, estados de conservación distintos, etc. En una misma calle, por ejemplo, no son iguales los locales de la acera izquierda que los de la acera derecha (en ocasiones esto supone grandes variaciones en los precios), etc.
La consecuencia de esto es que cada inmueble debe analizarse de forma independiente porque es único. Sin embargo todo el que analiza las acciones del Banco Santader, por ejemplo, está analizando exactamente la misma cosa. Las opiniones y los informes de los expertos son válidos para cualquier persona que tenga o quiera tener acciones del Banco Santander. Lo cual no quiere decir que sean totalmente fiables y exactos, pero sí son una buena ayuda. Además, cada día se negocian en el mercado millones de “cosas” (acciones) exactamente iguales a las que tenemos o queremos tener, lo cual da una buena idea de lo que nos costará comprar esas acciones o de lo que podremos obtener por ellas. El Mercado es un “resumen” de la opinión de millones de inversores en un momento concreto sobre el mismo activo (acciones).

¿Cómo protegerse de la inflación?

Si la inflación es del 3% una persona que necesite 1.000 euros al mes para vivir al año siguiente necesitará 1.030 euros para vivir exactamente igual que el año anterior, ni mejor ni peor. Y a los 2 años necesitará 1.060,90, a los 3 años 1.092,73 euros, a los 4 años 1.125,51, etc. Si el segundo año sigue viviendo con 1.000 euros vivirá un 3% “peor” que el primer año.
Todo inversor debe protegerse de la inflación. La renta fija no es un buen sitio porque la inflación afecta tanto al capital como a los intereses. Ambos se ven erosionados por el efecto de la inflación. Si coloca su patrimonio en renta fija y se gasta los intereses el valor real de su patrimonio se irá reduciendo año tras año por el efecto de la inflación, por lo que no es posible “vivir de las rentas” invirtiendo en renta fija.
La inversión en Bolsa sí ofrece protección contra la inflación. La inflación consiste en la subida del precio de los bienes y los servicios. Esos bienes y servicios son vendidos por las empresas, lo cual significa que si su precio aumenta también aumentan las ventas de las empresas y con ellas los beneficios, los dividendos y el valor de las acciones.
Sin embargo no debe sacarse la conclusión errónea de que cuánto más inflación mejor porque así suben más los dividendos y el valor de las acciones. Debe quedar claro que una inflación alta es mala para la Bolsa porque supone inestabilidad y reducción de las inversiones y de la actividad económica, aunque es peor para la renta fija por las razones antes comentadas. Sin embargo una inflación moderada es lo habitual y las empresas pueden crecer mucho en estas condiciones.
Cuanto más baja sea la inflación mejor, tanto para la Bolsa como para la renta fija. Pero la inflación, aunque sea baja, siempre perjudica a la renta fija y sin embargo la Bolsa es una protección ante ella. Lo habitual es que los beneficios y los dividendos de las empresas sólidas crezcan a ritmos superiores a la inflación, como media y en el largo plazo. Eso supone que los accionistas de esas empresas aumentan su poder adquisitivo por encima de la inflación.