lunes, 1 de agosto de 2016

¿Por dónde empiezo?

Aprender a invertir debería ser algo básico para cualquier persona, pero muy poca gente le dedica tiempo a esta tarea. El futuro económico de una persona está determinado por:
El dinero que gana

El porcentaje que ahorra del dinero que gana

Cómo invierte ese dinero que ahorra
Los 3 puntos son fundamentales. Pero la mayoría de la gente se centra únicamente en el dinero que gana, algunos llegan al segundo paso (ahorrar) y solamente unos pocos se toman en serio el tercer paso (invertir). Las 3 “patas” son muy importantes para el futuro económico, pero si hubiera que nombrar a una de ellas como la menos importante a la hora de acumular un patrimonio creo que sería la primera; el dinero que se gana.
Si se gana mucho dinero pero se gasta todo no se puede crear un patrimonio. Sin embargo es posible ganar poco, ahorrar mucho, invertir bien y obtener un muy buen resultado. El tiempo también es muy importante, acumular un buen patrimonio con unos ingresos bajos en poco tiempo es extremadamente difícil. Pero en plazos largos el tiempo y la disciplina hacen que prácticamente cualquiera pueda elevar de forma significativa su nivel de vida.
Las inversiones más importantes son:
Bolsa: Creo que es la mejor opción por muchas razones.
Inmuebles: Históricamente ha sido la segunda opción más rentable tras la Bolsa. En conjunto ha sido una buena inversión, aunque no tan buena como cree la mayoría de la gente. La inversión en inmuebles, en la práctica, tiene bastantes inconvenientes que no se suelen tener en cuenta al hablar de ella de forma teórica, como se puede ver en el enlace anterior. El mercado inmobiliario tiene pendiente una reforma que cambiaría de forma radical la valoración de los inmuebles; la liberalización del suelo. Si el suelo se liberaliza de forma real el valor de los inmuebles caerá de forma significativa.
Renta fija: Se la considera como la más segura, pero su rentabilidad real (la que tiene en cuenta la inflación) es muy baja. Puede utilizarse de forma temporal, pero no es una buena inversión a largo plazo por su baja rentabilidad. Evidentemente es preferible estar un tiempo en renta fija a comprar acciones sobrevaloradas. Pero no es posible “vivir de las rentas” invirtiendo en renta fija, ya que en el momento en que se dejen de reinvertir los intereses el valor real del patrimonio comienza a descender hasta llegar prácticamente a desaparecer en plazos largos.
Objetos de arte: Es muy complicado para gente que no sea muy experta. La mayoría de objetos de arte ni siquiera se pueden considerar como una inversión, ya que solamente los de muy alta calidad merecen esta consideración. Las falsificaciones, modas, etc. hacen muy difícil este tipo de inversiones. Además no proporcionan una renta y una misma obra puede tener precios muy distintos en un mismo momento dependiendo del lugar de compra, quién sea el comprador y el vendedor, etc.
Lo primero que habría que hacer es diseñar la gestión del patrimonio y decidir qué porcentaje del total se va a invertir en Bolsa. Puede oscilar entre el 10% y el 100%, dependiendo de cada inversor.
Para invertir en Bolsa hay 2 opciones:
Fondos de inversión: Qué son los fondos de inversión y cuáles son sus ventajas
Inversión directa en Bolsa: Ventajas de invertir directamente en Bolsa
Creo que la inversión directa es más interesante, pero para algunos inversores será preferible invertir a través de fondos de inversión. Pero antes de decidirse por la inversión a través de fondos creo que debería leer los artículos Los índices bursátiles no reflejan los dividendos pagados por las empresas y Cómo igualar (y superar) a los índices bursátiles para que comprenda bien las implicaciones de su decisión. También debe tener en cuenta que la inversión directa en Bolsa y la inversión a través de fondos son opciones compatibles.
Antes de empezar a comprar acciones hay que elegir la estrategia que se va a utilizar para invertir en Bolsa. Se puede utilizar más de una estrategia, en cuyo caso hay que decidir cuánto dinero se va a dedicar a cada estrategia y abrir una cuenta de valores para cada una de ellas. No debe utilizarse la misma cuenta para varias estrategias, ya que dificulta la evaluación de las mismas y podría suceder que una mala estrategia se “comiera” los beneficios de las estrategias buenas de forma lenta y “silenciosa”. Deben estar separadas para evaluarlas fácilmente y poder tomar medidas correctoras si una de las estrategias está fallando.
La elección de la estrategia y la adquisición de los conocimientos necesarios para llevarla a cabo son tareas paralelas. Para ello se pueden leer libros o webs como esta, cuyos contenidos son totalmente gratuitos. Le serán útiles los artículos de Bolsa.
Una dificultad inicial es que para elegir la estrategia hay que tener algunos conocimientos, para lo cual hay que leer libros y dedicar un tiempo. Pero esa falta inicial de conocimientos hace que no se pueda elegir correctamente qué libros leer y es posible que lea varios libros que no se adapten a sus necesidades, lo que habrá supuesto una pérdida de tiempo y dinero.
Si no sabe qué estrategia elegir ni qué libros leer le recomiendo una estrategia que me parece muy adecuada para la mayoría de inversores particulares por su combinación de rentabilidad y seguridad a largo plazo. Consiste en ir formando una cartera de valores sólidos y con buenas perspectivas futuras que tengan una alta rentabilidad por dividendo. Y qué, además, esos beneficios y dividendos crezcan a largo plazo por encima de la inflación. Esas empresas suelen ser bancos, utilities (eléctricas, gasistas, distribuidoras de agua, operadoras de telecomunicaciones), autopistas, compañías de seguros y constructoras. No son las únicas, pero muchas de ellas pertenecen a estos sectores. Todos los contenidos de esta web le resultarán útiles para desarrollar esta estrategia u otras.
El análisis fundamental es el que trata de determinar el valor de las empresas en base a sus resultados y a los activos (fábricas, marcas, inmuebles, maquinarias, cartera de clientes, etc.) que posee.
El análisis técnico sólo mira los gráficos de las cotizaciones. No presta ninguna atención a los resultados y activos de las empresas, sólo a la evolución de su cotización en Bolsa. En muchas ocasiones se sitúa al análisis fundamental y al técnico en dos bandos opuestos e irreconciliables. En mi opnión son totalmente compatibles. Un inversor de largo plazo debería utilizar el análisis fundamental para decir “qué” empresas comprar y el análisis técnico para decidir “cuándo” comprarlas.
Debe seguir los resultados que presentan las empresas cada trimestre. Para ello puede utilizar varias fuentes, como la sección de resultados de esta web, las webs de las propias compañías o los periódicos. Utilice la que le resulte más cómoda y comprenda mejor. Por muy buena que sea una empresa no puede comprarse a cualquier precio. Preste mucha atención a la rentabilidad por dividendo presente y a las perspectivas de que en el futuro ese dividendo aumente por encima de la inflación. La mayoría de las empresas de los sectores nombrados anteriormente (bancos, utilities, autopistas, seguros y constructoras) cumplen estas características.
Si encuentra una estrategia mejor y que le guste más no dude en utilizarla. Pero no empiece a comprar acciones sin saber por qué lo hace ni qué objetivos pretende lograr con su inversión. Cada inversor debe encontrar una estrategia que se adapte a sus necesidades, sus objetivos y su forma de ser. La estrategia debe adaptarse al inversor, no el inversor a la estrategia.
El resto de esta “Guía para principiantes” puede resolverle algunas dudas que tenga. En cualquier caso no dude en hacer todas las consultas que desee sobre la Bolsa, las inversiones y la gestión del dinero en general en el Foro de inversiones y se la intentaré resolver.

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